La banca responde a Trump: Deshacerse de los gigantes es una "locura"
La idea del presidente de EE.UU. de separar los bancos comerciales de
los de inversión supondría el fin de algunos gigantes financieros. El
Bank of America está en contra.
Después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, declarara este lunes a Bloomberg que contempla la posibilidad de dividir a los bancos gigantes, con el objetivo de separar a las entidades comerciales de las de inversión, las reacciones no se han hecho esperar. Brian Moynihan, director ejecutivo del segundo banco más grande de EE.UU., Bank of America, tachó esta idea de "locura" en la cumbre Bloomberg Breakaway Summit.
Como los bancos fueron entonces respaldados por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), tras la crisis los contribuyentes estadounidenses se vieron obligados a salvar los bancos que quebraron por manipulaciones arriesgadas. Sin embargo, la ley Glass-Steagall prohibía a los bancos respaldados por la FDIC invertir en activos que no fueran de bajo riesgo.
Según la opinión del director ejecutivo de Bank of America, reintroducir una nueva versión de aquella legislación y "romper" a través de ella a los grandes bancos iría "en contra de los intereses de EE.UU.". La institución que encabeza Moynihan compró el gigante inversionista Merrill Lynch, afectado por la crisis, y ahora "respalda sus operaciones", lo que representa "una situación mejor", afirma el banquero, argumentando que los bancos de inversiones globales ayudan a crecer a las empresas estadounidenses.
Sin embargo, el presidente estadounidense no puede restablecer la ley Glass-Steagall, ya que corresponde al Congreso aprobar su nueva versión, recuerda la agencia.
A primeros de abril, dos senadoras demócratas, Elizabeth Warren y Maria Cantwell, el senador independiente Angus King y el republicano John McCain introdujeron el proyecto de ley apodado 'Ley Glass-Steagall para el siglo XXI de 2017' que busca separar a los bancos comerciales de los de inversión. Sin embargo, las perspectivas de que prospere no están claras, ya que, de momento, la iniciativa no ha logrado el apoyo de otros senadores.
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Después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, declarara este lunes a Bloomberg que contempla la posibilidad de dividir a los bancos gigantes, con el objetivo de separar a las entidades comerciales de las de inversión, las reacciones no se han hecho esperar. Brian Moynihan, director ejecutivo del segundo banco más grande de EE.UU., Bank of America, tachó esta idea de "locura" en la cumbre Bloomberg Breakaway Summit.
Los pros y los contras
La idea mencionada por Trump se inspira en la ley Glass-Steagall, introducida en 1933, en el punto álgido de la Gran Depresión, cuando quebraron unos 5.000 bancos. Aquella ley prohibía a los bancos (que aceptan ahorros de clientes privados y ofrecen productos básicos de préstamos e inversión) realizar operaciones arriesgadas como las que se efectúan en Wall Street. Esta norma fue revocada en 1999, algo que, según varios expertos y políticos, empeoró la crisis financiera de 2008-2009.Como los bancos fueron entonces respaldados por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), tras la crisis los contribuyentes estadounidenses se vieron obligados a salvar los bancos que quebraron por manipulaciones arriesgadas. Sin embargo, la ley Glass-Steagall prohibía a los bancos respaldados por la FDIC invertir en activos que no fueran de bajo riesgo.
Según la opinión del director ejecutivo de Bank of America, reintroducir una nueva versión de aquella legislación y "romper" a través de ella a los grandes bancos iría "en contra de los intereses de EE.UU.". La institución que encabeza Moynihan compró el gigante inversionista Merrill Lynch, afectado por la crisis, y ahora "respalda sus operaciones", lo que representa "una situación mejor", afirma el banquero, argumentando que los bancos de inversiones globales ayudan a crecer a las empresas estadounidenses.
No todos comparten esta opinión
En declaraciones a Bloomberg, Ken Griffin, director ejecutivo del fondo global de activos Citadel, respalda la idea de dividir a los bancos, ya que el mercado excesivamente concentrado reduce la competencia y presta un mal servicio a la economía.Sin embargo, el presidente estadounidense no puede restablecer la ley Glass-Steagall, ya que corresponde al Congreso aprobar su nueva versión, recuerda la agencia.
A primeros de abril, dos senadoras demócratas, Elizabeth Warren y Maria Cantwell, el senador independiente Angus King y el republicano John McCain introdujeron el proyecto de ley apodado 'Ley Glass-Steagall para el siglo XXI de 2017' que busca separar a los bancos comerciales de los de inversión. Sin embargo, las perspectivas de que prospere no están claras, ya que, de momento, la iniciativa no ha logrado el apoyo de otros senadores.
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