La derrota del PRI en el OPLE se extiende al 2016, al 2018 y hasta el 2022
Fuente: diariocambio.com.mx
Autor: Arturo Rueda
El PRI de Manlio Fabio Beltrones no perdió una batalla el viernes pasado con la conformación del OPLE, sino tres: este organismo electoral tendrá vida escalonada hasta 2022. De entrada, el morenovallismo tendrá mayoría en las dos elecciones a la gubernatura que se avecinan, 2016 y 2018. Para las intermedias del 2021 se habrán ido Federico González Magaña, Flor de Té Rodríguez y Claudia Barbosa, pero Juan Pablo Mirón y Jacinto Herrera continuarán dominando el organismo electoral.
Si el orden de los factores no altera el producto, da lo mismo que el tricolor lograra bajar de la presidencia del OPLE a Juan Pablo Mirón Thomé, pues el morenovallismo mantuvo el control del árbitro electoral. De hecho, la sustitución del Jefe de Oficina de Luis Maldonado por el joven Jacinto Herrera jr ni siquiera puede considerarse una victoria simbólica obtenida por el PRI, sino que parece el coscorrón de los integrantes del Consejo General del INE a la imprudencia del joven —y también de su jefe— de exhibirse juntos en un restaurante de San Lázaro a horas de la designación. La subida de una y la bajada de otro, sin embargo, no representa un cambio de lógica: el morenovallismo se quedó con cuatro lugares, y el PRI con dos, manteniéndose la incógnita del sentido de los votos de la ex magistrada Claudia Barbosa.
El representante del tricolor en el Consejero General del INE, Jorge Carlos Ramírez Marín, hizo su luchita para impedir el control morenovallista, centrando su fuego en Mirón Thomé, pero también en Federico González Magaña. A las críticas también se sumaron el poblano Rodrigo Abdala, consejero legislativo de Morena, y el mordaz Pablo Gómez, representante del PRD. La triada, sin embargo, escasa de argumentos, no pudo conmover a los consejeros electorales que sostuvieron a Mirón Thomé dentro del OPLE —disfrutará de un periodo de seis años— y elevaron a consejero presidente a Jacinto Herrera jr.
Ante la ofensiva de Ramírez Marín, quienes sostuvieron la integración polémica fueron los consejeros Arturo Sánchez Gutiérrez —presidente de la comisión de vinculación con OPLES— y Marco Antonio Baños, calificado como el auténtico factótum del INE, y que en teoría responde a los intereses del PRI, como evidenciaron los partidos políticos que se levantaron de la mesa del organismo en febrero de este año.
¿Por qué si Marco Antonio Baños es señalado como el consejero electoral más cercano al PRI, y que domina un bloque de por lo menos siete votos al interior del Consejo, fue quien encabezó la defensa a la polémica integración del OPLE de Puebla para beneficiar al gobierno estatal?
En otras palabras: ¿no tuvo Segob que operar la integración favorable del OPLE Puebla con el consejero Marco Antonio Baños? ¿O en realidad con él se pactó la entrega del organismo electoral?
Más sospechoso es que nunca hubo argumentación de por medio: ni porqué se había considerado al principio a Mirón Thomé para la presidencia, ni porqué se decidieron a modificar el proyecto original para bajarlo, y por último, porqué Jacinto Herrera fue considerado como consejero presidente pese a confesa inexperiencia en materia electoral.
En efecto: en su comparecencia ante la Comisión del INE, Jacinto Herrera reconoció que no tenía ninguna experiencia en materia electoral y que su único acercamiento a la materia se daba desde la perspectiva “académica” por impartir cátedra en la UDLA y la Upaep. Su hoja de vida señala antecedentes laborales menores en el ayuntamiento de Enrique Doger, y lo más intenso de su carrera ocurre en el sexenio morenovallista, en el que llegó a ocupar la estratégica Dirección de Ingresos de la SFA, y luego fue premiado con la dirección del Centro de Capacitación.
Pero la vinculación es más profunda: el padre del nuevo consejero presidente, Jacinto Herrera, todavía funge como director jurídico y de relaciones laborales de la SEP. De hecho, es de las pocas cuotas que le cumplieron a Carlos Alberto Julián y Nacer, que en 2010 traicionó al PRI y se puso al servicio del morenovallismo con la promesa de hacerlo presidente del TSJ. No llegó, pero su hijo fue designado director general del DIF —posición a la que renunció— y otras posiciones menores, como el ya señalado Jacinto Herrera Serrallonga.
De hecho, el consejero presidente es quien menos conocimiento tiene de la función electoral al interior del OPLE y todos le van a dar clases. ¿Cómo un inexperto de ese tamaño se convirtió en la cabeza del organismo electoral?
El PRI de Manlio Fabio Beltrones no perdió una batalla el viernes pasado con la conformación del OPLE, sino tres: este organismo electoral tendrá vida escalonada hasta 2022. De entrada, el morenovallismo tendrá mayoría en las dos elecciones a la gubernatura que se avecinan, 2016 y 2018. Para las intermedias del 2021 se habrán ido Federico González Magaña, Flor de Té Rodríguez y Claudia Barbosa, pero Juan Pablo Mirón y Jacinto Herrera continuarán dominando el organismo electoral.
La derrota en la disputa del OPLE tendrá consecuencias de largo plazo para el PRI, mientras todos continúan preguntándose por qué Marco Antonio Baños, el consejero electoral más cercano al tricolor, fue el más empecinado en defender la integración del organismo que tanto beneficiaba al morenovallismo. Para los priistas, ya ni llorar es bueno.
Autor: Arturo Rueda
El PRI de Manlio Fabio Beltrones no perdió una batalla el viernes pasado con la conformación del OPLE, sino tres: este organismo electoral tendrá vida escalonada hasta 2022. De entrada, el morenovallismo tendrá mayoría en las dos elecciones a la gubernatura que se avecinan, 2016 y 2018. Para las intermedias del 2021 se habrán ido Federico González Magaña, Flor de Té Rodríguez y Claudia Barbosa, pero Juan Pablo Mirón y Jacinto Herrera continuarán dominando el organismo electoral.
Si el orden de los factores no altera el producto, da lo mismo que el tricolor lograra bajar de la presidencia del OPLE a Juan Pablo Mirón Thomé, pues el morenovallismo mantuvo el control del árbitro electoral. De hecho, la sustitución del Jefe de Oficina de Luis Maldonado por el joven Jacinto Herrera jr ni siquiera puede considerarse una victoria simbólica obtenida por el PRI, sino que parece el coscorrón de los integrantes del Consejo General del INE a la imprudencia del joven —y también de su jefe— de exhibirse juntos en un restaurante de San Lázaro a horas de la designación. La subida de una y la bajada de otro, sin embargo, no representa un cambio de lógica: el morenovallismo se quedó con cuatro lugares, y el PRI con dos, manteniéndose la incógnita del sentido de los votos de la ex magistrada Claudia Barbosa.
El representante del tricolor en el Consejero General del INE, Jorge Carlos Ramírez Marín, hizo su luchita para impedir el control morenovallista, centrando su fuego en Mirón Thomé, pero también en Federico González Magaña. A las críticas también se sumaron el poblano Rodrigo Abdala, consejero legislativo de Morena, y el mordaz Pablo Gómez, representante del PRD. La triada, sin embargo, escasa de argumentos, no pudo conmover a los consejeros electorales que sostuvieron a Mirón Thomé dentro del OPLE —disfrutará de un periodo de seis años— y elevaron a consejero presidente a Jacinto Herrera jr.
Ante la ofensiva de Ramírez Marín, quienes sostuvieron la integración polémica fueron los consejeros Arturo Sánchez Gutiérrez —presidente de la comisión de vinculación con OPLES— y Marco Antonio Baños, calificado como el auténtico factótum del INE, y que en teoría responde a los intereses del PRI, como evidenciaron los partidos políticos que se levantaron de la mesa del organismo en febrero de este año.
¿Por qué si Marco Antonio Baños es señalado como el consejero electoral más cercano al PRI, y que domina un bloque de por lo menos siete votos al interior del Consejo, fue quien encabezó la defensa a la polémica integración del OPLE de Puebla para beneficiar al gobierno estatal?
En otras palabras: ¿no tuvo Segob que operar la integración favorable del OPLE Puebla con el consejero Marco Antonio Baños? ¿O en realidad con él se pactó la entrega del organismo electoral?
Más sospechoso es que nunca hubo argumentación de por medio: ni porqué se había considerado al principio a Mirón Thomé para la presidencia, ni porqué se decidieron a modificar el proyecto original para bajarlo, y por último, porqué Jacinto Herrera fue considerado como consejero presidente pese a confesa inexperiencia en materia electoral.
En efecto: en su comparecencia ante la Comisión del INE, Jacinto Herrera reconoció que no tenía ninguna experiencia en materia electoral y que su único acercamiento a la materia se daba desde la perspectiva “académica” por impartir cátedra en la UDLA y la Upaep. Su hoja de vida señala antecedentes laborales menores en el ayuntamiento de Enrique Doger, y lo más intenso de su carrera ocurre en el sexenio morenovallista, en el que llegó a ocupar la estratégica Dirección de Ingresos de la SFA, y luego fue premiado con la dirección del Centro de Capacitación.
Pero la vinculación es más profunda: el padre del nuevo consejero presidente, Jacinto Herrera, todavía funge como director jurídico y de relaciones laborales de la SEP. De hecho, es de las pocas cuotas que le cumplieron a Carlos Alberto Julián y Nacer, que en 2010 traicionó al PRI y se puso al servicio del morenovallismo con la promesa de hacerlo presidente del TSJ. No llegó, pero su hijo fue designado director general del DIF —posición a la que renunció— y otras posiciones menores, como el ya señalado Jacinto Herrera Serrallonga.
De hecho, el consejero presidente es quien menos conocimiento tiene de la función electoral al interior del OPLE y todos le van a dar clases. ¿Cómo un inexperto de ese tamaño se convirtió en la cabeza del organismo electoral?
El PRI de Manlio Fabio Beltrones no perdió una batalla el viernes pasado con la conformación del OPLE, sino tres: este organismo electoral tendrá vida escalonada hasta 2022. De entrada, el morenovallismo tendrá mayoría en las dos elecciones a la gubernatura que se avecinan, 2016 y 2018. Para las intermedias del 2021 se habrán ido Federico González Magaña, Flor de Té Rodríguez y Claudia Barbosa, pero Juan Pablo Mirón y Jacinto Herrera continuarán dominando el organismo electoral.
La derrota en la disputa del OPLE tendrá consecuencias de largo plazo para el PRI, mientras todos continúan preguntándose por qué Marco Antonio Baños, el consejero electoral más cercano al tricolor, fue el más empecinado en defender la integración del organismo que tanto beneficiaba al morenovallismo. Para los priistas, ya ni llorar es bueno.
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