La verdad no peca pero incomoda

“Va a bajar la gasolina: no; va a bajar la luz y el gas: sí. En cuánto tiempo: no tenemos una varita mágica”, dijo el pasado 18 de julio el coordinador de los senadores priistas, Emilio Gamboa.

 “El Traje nuevo del Emperador” en el cuento de Hans Christian Andersen, nadie se atrevía a decir que el rey iba desnudo, sin ropaje alguno, sino que hasta que un niño gritó “Hey, el rey va desnudo”. Pero así es el hombre, así es el ser humano. Nos avergüenza la verdad.

Decía Samuel Johnson: El hombre prefiere que se digan cien mentiras acerca de él, a que se divulgue una sola verdad que desee tener oculta. 

La misma biblia dice: “La verdad nos hará libres” (Juan 8,32).

En los paises latinos tenemos tantos miedos remarcados, que nos es difícil enfrentar la verdad. Nos apanica decir las cosas tal cual son, preferimos ocultar la verdad a decir lo que es evidente. Tenemos miedo a la verdad, siendo que la verdad nos hará libres… Y tal pareciera que quisiéramos ser esclavos.

 Decía el existencialista Jean Paul Sartre: Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad.

Y bueno, podrán o no gustar las respuestas del senador Emilio Gamboa y quizá, tenía dudas cuando le hicieron las preguntas, y quizá, respondió como decía Mark Twain: Cuando estés en duda, di la verdad.

También hay quienes dicen que dos son las principales razones por las que el gobierno federal tiene prisa por lanzar las primeras licitaciones para asignar los contratos de exploración y explotación de hidrocarburos: la posibilidad real de que se concrete la consulta popular sobre la reforma energética y la necesidad de acelerar, cuanto antes, el crecimiento del Producto Interno Bruto.

Sobre la primera, la verdad es que le tiene sin cuidado la consulta popular sobre la reforma energética, pero sobre la segunda razón, pues claro que le urge, le es imperativo el crecimiento del Producto Interno Bruto.

Aunque esta semana pasada Banxico ve factible crecimiento económico de 5.0% al término de la actual administración.

Sí, pero al término de la actual administración ¿y las elecciones concurrentes y federales intermedias del próximo año?¿Al gobierno federal le tendrá sin cuidado un resultado adverso para su partido en las próximas elecciones? Sobre todo nadie sabe a ciencia cierta cuál va a ser el resultado de esa transformación de IFE a INE. ¡Cuidado! No vaya a ser que se hagan engrudo las 11 reformas de los últimos 20 meses.