Voltereta en San Luis Potosí: se despega Carreras, PRD en el hoyo
Fuente: SDPnoticias.com
Autor: José Luis Camacho Acevedo
Pues todo indica que, al final del proceso electoral intermedio mexicano, los astros se le están ordenando muy favorablemente al PRI.
Autor: José Luis Camacho Acevedo
Pues todo indica que, al final del proceso electoral intermedio mexicano, los astros se le están ordenando muy favorablemente al PRI.
Dentro de 10 días serán las llamadas elecciones intermedias mexicanas.
Las preferencias electorales ciudadanas ya se van definiendo con mayor claridad.
Ayer analizamos en SDPnoticias el caso del mito de Jaime Rodríguez El Bronco, candidato independiente al gobierno de Nuevo León.
A principios de mayo El Bronco era un
indiscutido segundo lugar en intención de voto arriba del panista Felipe
de Jesús Cantú. Estaba debajo de Ivonne Álvarez por cerca de los dos
dígitos, es decir diez o más puntos de ventaja.
A mediados de ese mes, el Bronco se
acercó a solo cinco puntos de la candidata del PRI. Y en esos días se le
sumó el decadente ex panista Fernando Elizondo, que como aspirante al
gobierno postulado por MC, apenas alcanzó los 3 puntos de intención de
votos.
Fue entonces cuando la sociedad
neoleonesa se puso a pensar en serio cómo les iría con eventual triunfo
de El Bronco como gobernador.
Un mandatario que no tendrá presencia
territorial porque no tiene candidatos en los municipios y que no tiene
garantía legislativa en tanto que los que serán nuevos diputados locales
serán a del PRI o del PAN, pero nunca del Bronco.
Lo anterior ocasionó que los números de Jaime Rodríguez volvieran a bajar.
A diez de la elección y a siete que se
inicie la llamada veda, para el Bronco será muy difícil revertir el
sentimiento de desconfianza que su “independencia” ha generado en la
sociedad de Nuevo León convertida en electorado.
El tita-tira de El Bronco con Felipe Calderón no favoreció al Bronco.
Jaime Rodríguez sí está en busca del
voto, Calderón solamente hace proselitismo y si gana o pierde un
tira-tira como ese, no impacta en la votación final.
En San Luis Potosí se ha presentado otro
imponderable que afectó, particular y fundamentalmente al PRD, pero que
le pegó a “la oposición” en general.
Los números que tenían a la oposición,
representada por el Calolo, Fernando Pérez Espinoza del PRD y Sonia
Mendoza del PAN eran muy competitivos con respecto de Juan Manuel
carreras del PRI.
Hoy el imponderable de Soledad de
Graciano Sánchez, ha dado una voltereta total. Ya no hay empate técnico y
el priísta saca siete puntos a Mendoza y 10 puntos al Calolo.
Sin duda que hoy por hoy, la seguridad
es el elemento social que más demandado en estos momentos finales del
proceso electoral, en la esperanza de cambio que tienen los electores
cuando se renueven los gobiernos de cualquier nivel.
En el municipio de Soledad de Graciano
Sánchez apareció un candidato a presidente municipal perredista que es,
según los reportes locales, lo más parecido en conductas y formas de
hacer política, que se haya encontrado al siniestro matrimonio de
dominaba Iguala, los Abarca-Pineda.
Fernando Pérez Espinosa, ex dirigente
estatal del PRI que abandonó ese barco y ahora es candidato a gobernador
del PRD, logró posesionar a ese partido en números que son en principio
inéditos, casi históricos.
Pero aparece el imponderable de Ricardo
Gallardo en Soledad de Graciano Sánchez, y Carlos Navarrete, dirigente
nacional del PRD, muy hábil para hacerle al merolico, en lugar de pedir
el beneficio de la duda, se pone de inmediato a defender a un
indefendible aspirante a un cargo de elección popular.
¿Qué impulsó a Carlos Navarrete a defender al indefendible?
Las respuestas no quedan claras, y en cambio las dudas de que en el PRD no habrá “otro Abarca” crecen exponencialmente.
Esa actitud hace desconfiar a los electores, no solo simpatizantes del PRD, sino de la oposición en general.
En Guerrero la actitud de Carlos
Navarrete refuerza, sin duda, la ventaja de Héctor Astudillo del PRI
sobre la perredista Beatriz Mojica, ex secretaria de desarrollo social
de Ángel Aguirre, ligado hasta la médula a los Abarca-Pineda.
Pues todo indica que, al final del
proceso electoral intermedio mexicano, los astros se le están ordenando
muy favorablemente al PRI.
No por sus méritos ni por su prestigio.
Se le compone el panorama más bien por las fallas de los adversarios que por sus buenos oficios.
Ese es el México real en materia de elecciones.
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